La distancia que separa las ciudades niponas de Osaka y Tokio es de 515 kilómetros, y se logra recorrer con el Shinkansen en cerca de 2 horas y 25 minutos. Pues bien, a los japoneses les parece mucho tiempo, así que han dado luz verde al tren Maglev (levitación magnética), un tren que reducirá el tiempo en apenas una hora, aunque habrá que esperar a 2045 para verlo en funcionamiento, eso sí. Las autoridades japonesas han aprobado la inversión millonaria que inicialmente fue planteada en 1970, pero quedó en espera seco debido a su enorme importe, fundamentalmente debido a la cantidad de túneles que era necesario construír.
El primer Maglev podrá tomarse el año 2027 y unirá las ciudades de Tokio y Nagoya, aunque son sus vecinos chinos los que ya tienen un tren de estas características en funcionamiento con el Shanghai Transrapid que conecta la ciudad china con su aeropuerto desde 2004.