La nueva Audi e-bike Wörthersee es una bicicleta eléctrica llena de innovaciones construida casi íntegramente en fibra de carbono (sólo pesa 11 kg) y monta un pequeño motor con una potencia máxima de 2.3 kW (unos 3 hp) situado en la parte baja del chasis, que también alberga una batería de iones de litio que se carga en 2.5 horas. El punto más llamativo, sin embargo, se encuentra en el sistema de control electrónico, y es que los parámetros de la bici (y son unos cuantos) se regulan desde el teléfono móvil del usuario.
Utilizando un smartphone, el ciclista podría desbloquear el inmovilizador antirrobo de la bici y establecer una conexión a internet para transmitir vídeo en directo o actualizar su página de Facebook con la actividad deportiva del momento. También hace posible la selección de los modos de conducción: puro (a golpe de cuádriceps y femoral, como siempre), Pedelec, que aportaría impulso eléctrico para alcanzar hasta 80 km/h con una autonomía asistida de 50 a 70 km, y eGrip, que básicamente la configura como un ciclomotor eléctrico puro y duro, con una velocidad punta de 50 km/h.
Los más valientes también pueden utilizar el motor eléctrico para realizar caballitos asistidos, dejando que la bici regule su inclinación de forma acorde a la habilidad del usuario y cambie de velocidad con solo echarla hacia delante o hacia atrás. Como el resto de las opciones, la dificultad de los caballitos también se ajusta desde una aplicación en el teléfono móvil.
Audi, en cualquier caso, no quiere que te hagas más ilusiones de las que debes. A pesar de que la compañía tiene su propia línea de bicicletas la e-bike Wörthersee es descrita como un modelo de exhibición.