A pesar de que cada vez que vemos a un globo dirigible pensamos en horribles desastres y explosiones como el del Hindenburg, la realidad es que la tecnología usada en estos medios de transporte no es tan peligrosa como se pinta. Lockheed Martin, en conjunto con el gobierno de USA, está fabricando unos dirigibles denominados HALE-D (High Altitude Long Endurance-Demonstrator), que ayudarán a ofrecer enlaces de comunicación en lugares donde no exista buena cobertura vía satélite. Se ha pensado en el uso de estos vehículos porque además de ser mucho más económicos que un satélite, su característica geoestacionaria permite ofrecer servicios ininterrumpidos por largos periodos de tiempo. Se habla además de una cobertura bastante extensa, con un diámetro de unos 965 km. Los gigantescos globos tendrían celdas solares en el techo para generar su propia electricidad, y opción para pilotaje remoto, muy al estilo de un UAV.
El dirigible de la foto es un modelo a escala que fue probado en Akron, Ohio, EEUU. Debido a dificultades técnicas, el vehículo tuvo que cancelar la prueba a medio vuelo y realizar un aterrizaje de emergencia. De todas maneras, aseguran que los problemas de estas primeras pruebas sólo sirven para mejorar el modelo definitivo.