Una Leica 0 de 1923 es la cámara fotográfica más cara de todos los tiempos, con un precio en subasta de 1,320,000 euros. Esta histórica unidad (que también fue la primera Leica exportada, al ser enviada a Nueva York para su inspección por la oficina de patentes de EEUU), fue uno de los “aproximadamente 25 prototipos” fabricados por la firma alemana dos años antes del lanzamiento de su primer modelo comercial, y curiosamente, ya es la segunda vez que bate un récord. La anterior fue en 2007, cuando la misma casa de subastas consiguió rematarla por 336,000 euros; una cifra que jamás había sido alcanzada anteriormente por una Leica. Entonces la compró un coleccionista europeo, ahora, uno asiático. No se puede decir que hiciera una mala inversión.