La peculiar forma del Nokia Kinetic se debe al uso de un electroimán que permite que el aparato se “pare” en ocasiones específicas, como cuando suena la alarma o durante una videoconferencia (para apagar la acción sólo hay que acostar al móvil nuevamente). Aunque parece tener una forma un tanto gorda, la parte inferior mide sólo 18 mm, y la superior 8mm. Además, la base sirve también como empuñadura para cuando se usa como cámara al teléfono.
Si bien este teléfono por ahora no es nada más que una idea, existe la (remota) posibilidad de que Nokia lo termine fabricando, aunque rara vez suceden cosas así, lástima. Vía T3